Se cumplen dos años de la asunción de nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, continuadora del gobierno peronista, iniciado el 25 de mayo de 2003.
A los tres meses de asumir, ya era el blanco de todas las agresiones y su gobierno fue víctima del más prepotente intento de desestabilización iniciado por los medios de comunicación hegemónicos.
Estos medios pasaron a ser actores políticos plenos y conductores del sector agropecuario a posiciones muy violentas y en especial a los sectores de la especulación sojera, a los cuales pertenecen directivos y accionistas de estos mismos medios, estos actores políticos.
Los ciudadanos, del mediopelo tilingo de la clase media, se identificaron con aquella clase a la que quisieran pertenecer y que nunca los dejarán llegar; con aquellos que los engañaron en el pasado; con los que los dejaron sin trabajo; con los que les redujeron sus ingresos pero ahora los pusieron en funciones, en la destituyente mediática, para la musicalización con su banda cacerolera.
Instigaron a la crispación, al resentimiento hacia la figura presidencial y todo lo que con ella se vinculara.
Todas las medidas de distribución de la riqueza, como todas las políticas del gobierno, eran bombardeadas de sospechas de corrupción y manejos espurios de fondos.
Sabemos, porque nosotros lo vivimos, que esta fase de
Ellos, nuestros enemigos, también lo saben, por eso lo combaten con tanta violencia.
Los logros del gobierno encabezado por Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández de Kirchner, son muchos y nos enorgullecen. No hace falta enumerarlos, los conocemos.
Nuestro enemigos, también. Por eso promueven el odio.
Los errores nuestros y del gobierno, los conocemos, y vamos a repararlos.
Y también vamos por las políticas que aún faltan implementar, para profundizar los cambios y la recuperación.
Desde hoy debemos profundizar la militancia, debemos lograr que los destinatarios y beneficiarios de las políticas de este gobierno, lo defiendan genuinamente, que lo sientan propio y nos ayuden a concretar las transformaciones.
Nuestros enemigos, los enemigos del pueblo, los enemigos del Peronismo, quieren hacer sentir vergüenza al ciudadano común por aprobar las políticas de este gobierno.
Hagamos que todo argentino se sienta orgulloso de nuestra Presidenta, y de estar construyendo un país donde reine la Justicia Social, la Independencia económica y la Soberanía Política, integrados en
♫ Por
♫ con que San Martín soñó ♫
♫ es la realidad efectiva ♫
♫ que debemos a Perón ♫
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