Un blog comprometido con el Movimiento Nacional y Popular conducido por la compañera Cristina Fernández de Kirchner y con las banderas irrenunciables del peronismo necesarias para la construcción una Patria Socialmente Justa, Económicamente Libre, Políticamente Soberana e integrada en la UNASUR, siguiendo el legado del compañero Néstor Kirchner.
martes, 28 de enero de 2014
Si Monteagudo vivera, HOY estaría en la CELAC
Hoy se cumplen 189 años de la muerte de Bernardo de Monteagudo, quien nació en 1789 en Tucumán.
Fue uno de los jóvenes revolucionarios, brillantes, nacidos en nuestra patria.
Ya, a los diecinueve años fue uno de los líderes de la Revolución de Chuquisaca, y fue autor de la proclama revolucionaria.
Compañero de Castelli, , asistente de O´Higgins, amigo y asesor de San Martín, admirado por Simón Bolívar, de quien también fue asesor.
Propulsor de la liberación de esclavos e indígenas, se lo considera el cerebro de la Asamblea del Año XIII. Comprendió desde temprano, la necesidad de la unión de las jóvenes naciones de la América del Sur.
Lo llamaron “vicioso”, “jacobino histérico”, “carnicero”, “mulato”, “zambo”, “terrorista”, “asesino”, “réprobo”, “discípulo del Diablo”
Como definiera, oportunamente, el escritor Javier Garin "Estos agoreros de la oposición que viven anunciando cataclismos son una constante en nuestra historia. Monteagudo detestaba a estos derrotistas y decía que sólo quieren sembrar miedo en el pueblo para que no se anime a ser libre. Los llamaba apóstoles del miedo y decía que estos sujetos sólo creen que hay libertad de prensa cuando pueden difamar impunemente, como hacían los opositores con su amigo San Martín, a quien denigraban de modo increíble en los pasquines de la época."
(¡CUALQUIER SEMEJANZA CON LA ACTUALIDAD...¡NO ES CASUALIDAD!)
Monteagudo murió asesinado en Lima, el 28 de enero de 1825 a la edad de treinta y cinco años.
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2 comentarios:
Monteagudo no me gusta, me parece que coincido con los que lo llamaron jacobino histérico. Cuando llegaron a Potosí con Castelli enlazaron la virgen y la pasearon arrastrándola por la calle principal, y gracias a eso perdimos Bolivia. Entre otras cosas. Y aclaro, yo soy ateo, de los que opinan que hay que ahorcar al último cura con las tripas del último milico. Pero todo lo que hizo fue embarrar la cancha, peliarse y ensuciar. Una verdadera calamidad, como Rivadavia y otros, que no supieron entender al pueblo y con ideología prestada y extemporánea arruinaron la revolución.
Bolivia no se perdió por eso, sino por el maldito centralismo porteño. Después de Castelli y Monteagudo llegó Arenales y nadie le echó en cara lo que decís de la Virgen... todo es un problema de élites.
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